domingo, abril 24, 2005

El yoga de Sri Aurobindo

La mayoría de los métodos de yoga conducen al Más Allá, al Espíritu, y finalmente, fuera de la vida.

El de Sri Aurobindo, en cambio, se eleva hacia el Espíritu para descender de nuevo enriquecido y volver a traer a la vida la luz, el poder y la beatitud del Espíritu, que la transformarán.

Según Sri Aurobindo, la existencia actual del hombre en el mundo material es una vida en la Ignorancia, fundada en el Inconsciente; pero incluso en esta oscuridad inconsciente, se hallan escondidas la Presencia y las posibilidades del Divino. El mundo creado no es un error, ni una vanidad de vanidades, ni una ilusión de la que el alma deba librarse para volver al cielo o al Nirvana, sino, al contrario, el escenario de una evolución espiritual en la que a partir de la inconsciencia material, debe manifestarse progresivamente la Consciencia divina en todas las cosas.

La mente es la etapa más elevada alcanzada hasta ahora en la evolución; pero no es la más elevada que pueda alcanzarse. Por encima de ésta se encuentra la Supermente o Consciencia de Verdad eterna que es esencialmente la luz y el poder del Conocimiento divino. La mente es una ignorancia que busca la Verdad; la Supermente es un Conocimiento que existe en sí mismo y que manifiesta armoniosamente el juego de sus formas y de sus fuerzas. Sólo con el descenso de esta Supermente será posible el advenimiento de la perfección soñada por todo aquello que es grande y elevado en la humanidad.

Abriéndonos a una consciencia divina superior, es posible elevarse hasta ese poder de luz y beatitud, descubrir nuestro verdadero yo, permanecer en unión constante con el Divino y hacer descender la Fuerza Supramental, para que transforme la mente, la vida y el cuerpo.

Realizar esta posibilidad, que Sri Aurobindo llama con justicia "la vida divina", es la meta dinámica del yoga de Sri Aurobindo.

"Si es cierto que el Espíritu está también sumido en la Materia y que esta Naturaleza aparente es en realidad Dios escondido, es evidente que la manifestación del Divino y la realización de Dios en el interior y en el exterior, son la meta más elevada y más legítima para el hombre sobre la Tierra."

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